lunes, 30 de noviembre de 2015

Macri y el laberinto del kirchnerismo:

La victoria de Macri en las últimas elecciones presidenciales en Argentina ha despertado gran expectación por parte de las oposiciones latinoamericanas que batallan contra el llamado socialismo del siglo XXI. Este movimiento político, nombrado así por Hugo Chávez, cabeza visible del movimiento hasta su muerte, ha logrado avances en materia de lo social en América Latina; aunque la manera de gobernar un tanto autoritaria, y desde luego revanchista han creado un ambiente de crispación y división a lo largo del continente. A día de hoy en los países donde gobiernan o han gobernado políticos de esta sensibilidad hay un gran un rastro de corrupción de estado y de pobreza subsidiada. Las grandes transformaciones sociales prometidas no se han cumplido. Si bien en la gran mayoría de estos países se ha erradicado la extrema pobreza, la pobreza en sí ha aumentado, casi llegando hacer desaparecer las clases medias, poniendo en peligro el frágil equilibrio social en estos países. Es más, otros líderes de izquierdas del continente han alzado la voz contra el llamado grupo de Sao Paulo. Mugica, ex presidente de Uruguay, y Michelle Bachelet, presidenta de Chile, en algunas ocasiones han criticado fuertemente la forma de gobernar de estos al considerarla contraproducente para “el pueblo”.
Juntando los gobiernos de Néstor Kirchner y su mujer Cristina Fernández de Kirchner han pasado 13 años de esta dinastía en el poder. 13 años en los cuales Argentina recuperó la estabilidad política después de unos años muy duros en los que se sucedieron un sin número de gobiernos, el corralito y la devaluación descontrolada del peso. Argentina se encontraba en una crisis ya no solo económica (muy normal en la zona Americana) pero sobre todo de liderazgo. Aquí aparece Néstor Kirchner, líder de partido Justicialista y cara nueva para la política nacional. Después de una buena labor como gobernador de la provincia de Santa Cruz, Néstor gana la presidencia de Argentina e inmediatamente se puso manos a la obra estabilizando la economía argentina y reduciendo el paro de forma implacable entre 2003 y 2007. A todo esto, siempre estuvo salpicado por escándalos de corrupción y acusaciones de todo tipo, sobre todo de autoritario y de poco amigo de la prensa. Con su fallecimiento salta a escena su mujer, Cristina Fernández y aquí es donde el Kirchnerismo empieza a tejer una red mucho más cercana al populismo Chavista que antes.
Mientas Néstor sentía simpatía con el líder venezolano, Cristina tenía devoción. Fernández veía a Néstor como el nuevo Perón y ella quería ser la nueva Evita. Los 5 años de Néstor Kirchner fueron buenos para Argentina, pero los siguientes 8 de Cristina han sido nefastos para el gigante sudamericano, y es aquí donde me quiero centrar. Cristina creo un estado paternalista, un estado populista para asegurarse el poder. Además de cerrar periódicos críticos con su labor siempre se sintió su presencia entre escándalos de todo tipo, y en sin numero de bloppers. Mientras hacia todo esto, los aviones tango 1 y tango 2 eran enviados a Santa Cruz con los únicos pasajeros de vuelo siendo las compras de la presidenta. La pobreza contra la que luchó su marido de incrementó así como la inflación del peso. Argentina a día de hoy no está en el lugar donde la recibió Cristian, pero desde luego no esta tan mal como la recibió Néstor.

 El problema de Argentina a día de hoy no es solo aún económico y social, es que Macri va a tener que luchar contra la red burócrata tejida por los Kirchner durante los 13 años de “reinado”. No solo es contra los problemas de Argentina, también contra las mismas instituciones que el preside. Una de las soluciones es tratar de meter gente leal a Argentina y no a Kirchner o peor solo a ellos mismo. Mauricio Macri tuvo más o menos la misma labor cuando llegó a la alcaldía de Buenos Aires, y logró desenredar aquel entramado con relativo éxito. Ahora le toca hacerlo a escalada nacional, ¿estará a la altura? Todos los ojos del mundo están puestos sobre él, sobre todo los de los países que ven en él el espejo a seguir para luchar contra el yugo del populismo personalista que se ha impuesto en muchos países de Hispanoamérica. Si Macri logra hacer, sobre todo a corto plazo, una buena labor con resultados demostrables en lo económicos y social, será por que pudo desenredar las administraciones, y lo normal sería que un efecto dominó recorra tarde o temprano el resto del continente, donde los resultados variarán obviamente. De no logra hacerlo, lo más probable es que el Kirchnerismo vuelva con fuerza dentro 4 años asegurando ser la única fuerza capaz de gobernar en Argentina.

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